SUS FIESTAS
Pasa algo sorprendente con sus fiestas, en casi todo el año parece ser un pueblo callado, tranquilo, pasivo, pero en sus fiestas, principalmente en la que se festeja en enero que es en honor al Dulce Nombre de Jesús; todo se llena de vida, color, sabor, música, ruido, festejo y baile. Es como si el pueblo permaneciera dormido hasta que llega su fiesta; en la que ningún otro pueblo de los alrededores se le compara, ya que dura alrededor de tres semanas. A este festejo llega un gran número de gente para visitar la iglesia, todas las calles cercanas a esta se llenan de puestos de dulces típicos, de comida, de artesanías, de cazuelas de barro, de juguetes, etc.
Pasa algo sorprendente con sus fiestas, en casi todo el año parece ser un pueblo callado, tranquilo, pasivo, pero en sus fiestas, principalmente en la que se festeja en enero que es en honor al Dulce Nombre de Jesús; todo se llena de vida, color, sabor, música, ruido, festejo y baile. Es como si el pueblo permaneciera dormido hasta que llega su fiesta; en la que ningún otro pueblo de los alrededores se le compara, ya que dura alrededor de tres semanas. A este festejo llega un gran número de gente para visitar la iglesia, todas las calles cercanas a esta se llenan de puestos de dulces típicos, de comida, de artesanías, de cazuelas de barro, de juguetes, etc.
Los días y las noches son de fiesta, en el día las personas hacen comida para sus invitados y los que no lo son también; algunas familias dan de comer a la banda que toca en el atrio de la iglesia, y a los chinelos. Estos últimos son una tradición que surge en el estado de Morelos, en el pueblo de nombre Tlayacapan; los crean las personas que servían como sirvientes de los españoles, cuando descansaban se divertían imitando las vestimentas y caras de sus patrones, bailando de manera muy singular. Son hombres en su gran mayoría y niños, que usan disfraces de terciopelo adornados con chaquiras y lentejuelas de muchos colores, forman imágenes de motivos prehispánicos y religiosos, muchos de los trabajos hechos en estos trajes son muy peculiares.También usan un sombrero al igual que el traje con adornos muy llamativos, y mascarás con grandes barbas, pues como ya se dijo simulaban la cara y las expresiones de los españoles. Así los chinelos van bailando con una banda, por las calles y barrios más importantes del pueblo, la gente se les va uniendo y su recorrido acaba en el atrio de la iglesia. Para los pueblos de los alrededores, los chinelos son un elemento de gran importancia en sus celebraciones.
En las noches de feria, se queman “castillos”, la pirotecnia es un factor importante y de mucha relevancia en las fiestas; al pueblo se le pide cooperación antes de que inicie la fiesta para que esto se lleve a cabo, los encargados de recolectar dinero pasan de casa en casa para juntarlo y el monto que se da es de forma voluntaria.